Estimada su Majestad

27 septiembre 2011

Tener celos de tu hermano menor cuando eres niño es algo normal. La sensación que tienes es que él o ella, es más valorado por tu familia pero no es así, pues al ser más pequeño que tú necesita más cuidados, claro que no te das cuenta de ello hasta que eres más mayor. 

Colin Mudford a sus doce años tiene este "problema". Está harto de que Luke, de ocho, reciba más atenciones por parte de sus padres que él pero un día de Navidad todo cambia. Su hermano está enfermo. Cáncer.

Para evitar que Colin sufra, sus padres lo envían a Londres con sus tíos, Bob e Iris, y su primo, Alistair. Nuestro protagonista acepta su destino. Tiene un plan: va a contactar con Isabel II para que le preste a su médico personal. Y es que, ¿quién puede tener el número de teléfono del Mejor Médico del Mundo? La Reina de Inglaterra.

Brillantes diálogos. Perfectos personajes. Bonita historia. Su pluma atrapa desde la primera página. Admiro la capacidad que tienen ciertos escritores de introducirse en la mente de un niño. Morris Gleitzman lo hizo de forma magnífica en la trilogía Una vez y lo hace de nuevo ahora. 

Dos semanas con la Reina es una breve pero intensa novela sobre el amor por la familia y los amigos. ¿Qué no haría uno por alguien a quien quiere? Si aún no has leído nada de él, por favor, hazlo, merece la pena. Gleitzman hace que sientas con los personajes de una manera casi real. Vives lo que lees como si estuvieras allí. ¿De veras te hacen falta más razones para ir a por alguna de sus obras? ¡Saludos devorador@s!


Agradecimientos Kailas

Recetas para la vida

20 septiembre 2011

Mientras regresaba a casa El club de los viernes, lo prestamos hace poco, decidí leer otro libro de la misma autora, Kate Jacobs, para matar el gusanillo de la curiosidad, pues eran muchas las buenas opiniones que había leído sobre dicha novela. Así fue como comenzó mi aventura literaria-culinaria llamada Amigas entre fogones

Gus Simpsons es una conocida presentadora americana de un programa de cocina. Cualquier persona diría que es un ejemplo a seguir. Su esposo murió a una edad temprana dejándola con dos niñas pequeñas pero ella supo, aún no sabe bien cómo, renacer de sus cenizas y poner en marcha una cafetería de éxito. Allí fue donde la descubrieron los de la televisión y le propusieron que fuese el rostro del espacio "¡Cocinar con gusto!" frente al cual lleva más de doce años.

Sus admiradores creen que su vida es perfecta, como su programa, pero ella está muy lejos de sentirse así. Gus está en plena crisis de los cincuenta. Por si esto no fuera poco, su programa está perdiendo audiencia y ante el temible batacazo tras tantos años en pantalla, su productor le sugiere algunos cambios. Gus le propone un nuevo episodio especial y él acepta, pero en el último momento todo falla y desesperada tiene que recurrir a sus hijas y a sus amigos que estaban en plató para darle apoyo moral.

A ellos se sumará por sorpresa Carmen Vega, flamante ex miss España y nueva novia de su jefe, Alan Holt. ¡Éramos pocos y parió la abuela!, como dicen en mi tierra.

Imaginémonos pues la situación en la cocina de Gus: Aimee, su hija mayor, y Sabrina, su hija menor, una el día y otra la noche; Oliver, su nuevo pinche, un atractivo ex corredor de bolsa metido a cocinero; Troy, el ex novio de Sabrina que todavía suspira por sus huesos; Hannah, su mejor amiga, una enigmática persona que lleva cerca de veinte años sin salir de casa por algo que pasó hace mucho tiempo; y Vega a la que le importa el fin y no los medios. Por añadir, añado, que únicamente tres de ellos saben cocinar algo más que un huevo frito.

El caso es que el programa que parecía un fracaso resulta ser todo un éxito de audiencias y su jefe decide darle una oportunidad a Gus aunque a cambio tendrán que trabajar todos juntos. ¡Menudo show! Así, la cocinera principal tendrá que lidiar con unos y con otros por el bien de su carrera profesional a la que tanto esfuerzo ha dedicado.

Mi madre ya me lo había advertido. Es una novela tranquila, cuya historia tarda en despegar pero cuando lo hace, y no tarda mucho, resulta entretenida. Sus personajes son variopintos pero muy cercanos. Todos acaban por descubrirse a sí mismos en el camino.

Por otro lado, no esperaba el giro de parejas que se produce muy cerca del final pero no me ha disgustado, me ha sorprendido para bien.

En definitiva, que Kate Jacobs me ha conquistado hasta por el estómago y nunca mejor dicho porque hay algunas recetas que de verdad, son para chuparse los dedos. ¡Saludos devorador@s!

Agradecimientos Maeva

Cesta de frutas, bola de arroz

13 septiembre 2011

Una semana más tarde de lo previsto, vuelve la actividad al blog con un cómic que me ha tenido, y me tendrá, entretenida un buen tiempo. Me lo recomendó Elwen hace dos años, ahí es nada. Dicen que nunca es tarde si la dicha es buena. Yo, no puedo estar más de acuerdo. (Re) Comenzamos con Fruits Basket de Natsuki Takaya

Tooru Honda es una chica huérfana. Perdió a su padre cuando era niña y a su madre en un accidente de tráfico. Su vida no ha sido nada fácil. Cuando su abuelo, con quien vive, decide reformar la casa, ella se instala en una tienda de campaña en el bosque, pues no quiere ser una carga ni para su familia ni para sus amigas.

Nadie sabe su verdadera situación hasta que Yuki y Shigure la descubren por casualidad y es que, la chica está viviendo sin saberlo en un terreno privado que casualmente pertenece a la familia de los jóvenes. Ellos, al conocer su historia, la acogen en su casa haciéndole partícipe así de un gran secreto: los dos, y otros muchos más parientes suyos, no pueden abrazar ni chocarse con nadie del sexo contrario porque si lo hacen, se transforman en animales del zodiaco chino.

Perro, ratón, dragón y serpiente entre otros, más el gato, Kyo, trece "bichejos" en total, serán los que aparecerán a lo largo de los veintitrés tomos, aunque yo por ahora solo he leído dos, suficiente, sin embargo, para saber que la serie, que cuenta con anime, merece la pena.

Al contrario de lo que yo pensaba, Fruits Basket es más drama que comedia aunque tiene sus notas de humor. La trama me ha parecido de lo más original y de lo más tierna.

Todos los personajes son especiales. Los hay que brillan por su alegría, como Tooru, ¡qué vitalidad y qué sonrisa a pesar de sus circunstancias!, y también los que destacan por su oscuridad como Akito un hombre del que sabemos poco, al menos de momento, pero que maneja a su antojo y con crueldad a los miembros de la familia Soma, a los del zodiaco.

Los personajes de la serie parecen no guardar semejanza entre sí, aparte de su físico, todos atractivos, pero lo cierto es que a pesar de las apariencias, ninguno de ellos ha encontrado aún su lugar en el mundo porque, ¿cómo va a encajar una bola de arroz en un cesto de frutas?

En cuanto a los ingredientes, de momento, no hay amor en sus páginas, bueno mejor dicho, lo hay y a raudales, pero no del romántico, en este caso, hablamos de amistad. El lazo que se establecerá entre Tooru, Yuki y Kyo se hará más fuerte con el pasar de páginas pero claro, ¿quién dice que de ese triángulo no va a salir una pareja?

Tardaré en responder a esa pregunta, y a muchas otras sobre la historia, porque aún me quedan más de viente tomos por leer y aunque me tome mi tiempo, iré sin prisa pero sin pausa, sé que tarde o temprano la terminaré porque lo poco que he visto y leído me ha hecho disfrutar. ¡Hasta la próxima, devorador@s!

Agradecimientos Norma Editorial