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El cáncer en la literatura

04 febrero 2014

Cáncer, maldita palabra, cien veces maldita. Tres personas muy cercanas a mí han padecido esta cruel enfermedad; una perdió la guerra, pero dos la ganaron. Y es que vencerlo es posible, pero hacerlo no es nada fácil. Quienes hemos vivido de cerca este dolor lo sabemos. Sabemos que después de la sorpresa inicial, del tratamiento, de sus secuelas, viene la incertidumbre. Esto es algo que nunca termina de despedirse, que se resiste a decir adiós, que te obliga a estar siempre alerta… pero si me preguntáis, sí, claro que sí, esto se puede superar. 

Hoy, en el Día Mundial contra el Cáncer, me gustaría dar desde estas líneas muchísimo ánimo a aquellos que lo han padecido o están luchando contra él, así como a todas las personas que acompañan, de un modo u otro, a estos héroes de la vida, a estos supervivientes de carne y hueso de los que son reflejo los de papel.

Y es que no pocas obras tratan esta enfermedad en sus páginas: el cáncer ha sido y es un tema recurrente.

Albert Espinosa, ese escritor del que ya os he hablado más de una vez, escribió hace años el libro El mundo amarillo, obra en la que narra su lucha contra el cáncer en la adolescencia. También es el autor del guión de mi queridísima Planta cuarta, película dirigida por Antonio Mercero.

El cáncer en la adolescencia es un tema que hemos podido ver de la mano de Hazel y August en Bajo la misma estrella, de John Green, un libro que llegará a la gran pantalla muy pronto. También los niños, no olvidemos que es una enfermedad terriblemente cruel, sin conciencia, lo padecen y así queda recogido en novelas como Dos semanas con la reina, de Morris Gleitzman, o Esto no es justo, de Sally Nicholls, libros que os recomiendo.

Ojalá un día el maldito cáncer sólo sea un signo del zodíaco y un tema sobre el papel, algo que ya se haya superado con creces en la vida real. Mientras ese momento llega, que estoy segura de que lo hará, mandemos fuerza a todos los que están en plena batalla porque juntos podremos vencerlo de una vez por todas y relegarlo al plano de la ficción.

Imagen: Pinterest.

Brújulas que buscan sonrisas perdidas

08 agosto 2013

E. regresa a su pueblo para cuidar a su padre. Siente que no le debe nada, nunca ha sido bueno con él o con sus hermanos, pero que ha de hacerlo. Su padre, un famoso director de cine afectado de cáncer y también de alzheimer, lo confunde con uno de sus ayudantes, malditas enfermedades, y solicita su colaboración en un proyecto, un largometraje que únicamente existe en su cabeza. Pero el protagonista, lejos de rechazar el papel, acepta, sin saber que esa cinta que nunca se llegará a grabar le traerá la paz que tanto ansía.

Y es precisamente como una película que el protagonista rebobina hacia detrás y delante cómo el lector verá su vida, desde la pérdida de su mujer en un accidente, hasta llegar a su adolescencia, ese momento en el que la relación de padre e hijo se rompió definitivamente, justo cuando más lo necesitaba, cuando su madre falleció. 

Brújulas que buscan sonrisas perdidas está bien escrito. El lenguaje es sencillo, aunque hay metáforas, algunas preciosas, página sí y otra también. Por otro lado, es curioso el uso de los puntos suspensivos, que abundan aquí y allí, en cada párrafo, casi en cada frase. El objetivo de estos es, para mí, poner el acento de la historia en la reflexión que el personaje principal hace sobre su propia vida, sobre su pasado, presente y futuro, una reflexión a la que sin duda, el autor, Albert Espinosa, parece también invitar al lector. Ahora bien, aunque a mí en concreto no me han disgustado los puntos suspensivos, sí es cierto que su uso no es del todo correcto, es decir, el escritor se salta las reglas a la torera.

Los títulos de los capítulos, un total de diecinueve, me han llamado mucho la atención. ¡Hay algunos que darían para otras novelas! Puños cerrados llenos de sonrisas abiertas, Tics que movemos para que jamás nos controlen y Vida que te retornan son sólo algunos ejemplos. 

La edición es muy cuidada. Aunque la encuadernación es en rústica, incluye anchas solapas, además de hojas de cortesía en un color azul intenso de un grosor mayor que el del resto de páginas.

En definitiva, Brújulas que buscan sonrisas perdidas es un drama, pero en el que hay esperanza, mucha, porque en él se habla sobre pérdidas, pero también de reencuentros. Es toda una inyección de optimismo que emociona, que te deja un buen sabor de boca y una sonrisa que dura varios días. 

Si tú y yo...

30 marzo 2010

Nos encontramos en un momento en el tiempo muy parecido al de hoy pero más cercano al mañana. Un invento ha revolucionado el modo de vida de las personas: existe una vacuna para poder dejar de dormir y vivir el día a día literalmente y sin descanso.

Marcos es uno de los pocos que aún se resiste a la gran tentación y aún disfruta del placer que da una buena cama. Sin embargo, cuando su madre muere, el mundo parece irse con ella y el joven no ve otra salida que no sea la de acabar con sus sueños, teme querer siempre dormir para poder estar con aquella mujer que le dio la vida y que al mismo tiempo parece habérsela quitado.

Justo cuando está a punto de inyectarse el líquido que acabará con el dormir, ocurre lo inesperado. Al mirar por la ventana ve a una mujer, mejor dicho, ve a "la" chica y suena su teléfono. Su jefe al otro lado de la línea suena alterado y no es para menos, un extraterrestre parece que ha llegado a la Tierra. ¿Quién será él?.

El protagonista será el encargado de averiguarlo porque Marcos no es una persona normal, tiene un don. Viene a ser como Matt Parkman de Héroes, no es que lea las mentes pero casi. Su poder es simple: con solo mirar a una persona puede conocer sus mejores y peores recuerdos pero, ¿le servirá con el extraño?.

No había leído nada de Albert Espinosa aunque sí había visto alguna de sus películas como por ejemplo Planta Cuarta, la cual por cierto, me encantó. Todo lo que podríamos haber sido tú y yo si no fuéramos tú y yo es una novela corta, apenas doscientas páginas, y fácil de leer que me duró un día entre manos. Mezcla lo paranormal con lo fantástico y lo cotidiano,  si bien no es nada del otro mundo, resulta entretenida y la trama original.

Por último, os dejo con algunas de las frases que más me han gustado:

Nota: Click para ampliar.


Desde estas líneas, agradecer tanto al sello editorial Grijalbo como a Blogguz el envío. A vosotros, devoradores, si os ha llamado la atención el argumento de la obra, no perdáis de vista el blog porque aún hay más. Ya va siendo hora de que os recompense por el apoyo recibido. Todavía seguimos celebrando el cumpleaños así que...¿qué será, será lo que hay preparado?.

¡Saludos grandes! :D