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Un secreto tatuado en el cuerpo

18 enero 2011

Tiene en sus páginas varias frases que merecen la pena pero, sin duda, la mejor es la que recoge la sinopsis, la misma que da nombre al post aunque en su versión abreviada. Ha sido el primer libro de 2011 y a eso lo llamo yo empezar con buen pie y mejor letra. Por fin Willow de Julia Hoban

Era una joven en la flor de la vida hasta el día que murieron sus padres en un accidente de tráfico. A partir de ese momento además de tener que enfrentarse a su pérdida también tendrá que aprender a convivir con  la "culpa" pues era ella quien conducía el coche. 

Así, de la noche a la mañana se irá a vivir a la casa de su hermano. No será nada fácil. La relación entre ambos, antes uña y carne, ha cambiado mucho. Ya nada volverá a ser como antes, como rezaba una conocida canción, y Willow lo sabe: no tiene padres, ni amigos y su hermano la odia o al menos, eso cree. 

La chica no llora. Ya no. Se ha prohibido a sí misma mostrar cualquier tipo de flaqueza. Ahora se corta. Willow ha decidido bloquear sus sentimientos. La cuchilla es su más íntima compañera. Ha trasladado el dolor emocional al dolor físico.

Todo cambiará con la llegada de Guy un chico que descubrirá su secreto y la ayudará a superar el tremendo bache por el que está pasando. Amor ni más, ni menos. Adoro los diálogos entre ambos. Los personajes están bien construidos y parecen ser de carne y hueso. Auténticos.

Las escenas en las que Willow se corta son terribles. La novela me ha resultado muy visual. Si hubiese sido una película y no un libro, aunque esto no es la primera vez que me ocurre, probablemente hubiese girado la cara pues me angustian mucho este tipo de imágenes. Conste que el tema es muy serio pero la autora lo trata con delicadeza. 

Las expectativas eran muy altas. No he leído ni una sola reseña negativa de esta novela dramática con final feliz.

No es uno de mis libros favoritos ni tampoco puedo decir que me haya marcado de un modo especial.  Sin embargo, con todas y con esas, estoy segura que dentro de meses seguiré recordando perfectamente la historia y las sensaciones que me iba dejando la obra conforme la devoraba.

¿Por qué? Porque Willow es diferente a lo leído anteriormente. Es, digamos, algo sumamente duro a la vez que tierno. ¡Saludos devorador@s!

Agradecimientos Ediciones Ámbar 

Una vida en cintas de casete

07 diciembre 2010

No os voy a dar trece razones para que la leáis pero espero convenceros con esta reseña, pues la primera obra de Jay Asher se merece estar en vuestras cartas destinadas a los Reyes Magos y a Papá Noel.

Clay Jensen es un adolescente tímido, amable e inteligente. Es un chico normal preocupado por sus notas y por lo que le rodea. Un día, cuando llega a casa tras el instituto se encuentra un paquete en su puerta. 

La caja contiene siete cintas de casete de las de toda la vida. Trece de sus caras están marcadas por un número en pintauñas azul oscuro. Cada grabación corresponde a una persona, cada una de éstas a un motivo. Responden a una compleja pregunta ¿qué llevo a Hannah Baker a quitarse la vida?

En las cintas ella misma cuenta qué hizo cada una de las personas que contribuyeron a su destrucción (o a la de terceros). Y es que,  cualquier cosa que hagas, por pequeña que sea, puede traer una serie de graves consecuencias.


Así, vamos conociendo primero los hechos de menor gravedad y, conforme avanzamos, los de mayor. A mí los últimos me cogieron por sorpresa, no los esperaba.

Está muy bien estructurada y cada pieza encaja a la perfección. Lo que Clay escucha se diferencia de lo que piensa mediante la letra cursiva aunque también, y a modo de decoración, encontramos a lo largo de sus páginas los botones Play y Pause que ayudan a ubicarse. Atractiva forma de presentar la original historia.

Me ha gustado mucho la forma de expresarse del escritor en especial cuando habla Hannah. Directa al grano. Es curioso pero casi que podía escuchar su voz como si compartiese los cascos del walkman con Clay. Un tono dolido, irónico, con gracia a veces y, sobre todo, serio.

Desde el principio el lector intuye que los sentimientos del protagonista por la chica que se ha suicidado eran fuertes y, de igual forma, uno piensa que él no aparece en las cintas por algo negativo sino por algo positivo.

Me ha enganchado. Quería saber qué había hecho cada uno de los personajes. Por trece razones no me ha dejado huella pero es una obra que te hace reflexionar, un buen libro que me ha hecho gritar de rabia y de impotencia. ¡Hasta la próxima devorador@s! 

Agradecimientos Ediciones Ámbar