La chica del tren, de Paula Hawkins

21 julio 2015

Como consecuencia de su separación, Rachel está sumida en una depresión de la que no hace nada por salir; se refugia en el alcohol y en la mentira. Así, cada mañana, casi nunca sobria, coge el tren de las 8:04 para ir a un trabajo que hace tiempo que perdió, pero del que no quiere hablar a su compañera de piso, la única persona que la apoya. Desde su vagón contempla su antigua casa, donde su ex marido, Tom, vive con Anna, la mujer por la que la abandonó, y la hija que ha tenido con esta. Pero la vivienda preferida de Rachel es la del número 15, cuatro puertas más allá de la suya. En ella viven Jess y Jason; esos son los nombres que ha elegido para la pareja que reside en su vieja calle, pero no solo les ha puesto nombres, también ha imaginado para ellos unas vidas perfectas. Sin embargo, las apariencias engañan: Megan y Scott, como se llama en realidad la pareja, no es un matrimonio ideal; Rachel se dará cuenta cuando los periódicos anuncien la desaparición de la joven. 

La chica del tren, de Paula Hawkins, no tiene un ritmo trepidante. El inicio es lento y la tensión va de menos a más. En este sentido, buena parte de culpa la tiene su estructura, pues la historia está narrada por tres voces bien definidas: Rachel, Megan y Anna son las narradoras. Estos testimonios se mueven en tiempos distintos, por eso al principio, la novela es algo confusa, lo que no contribuye a despertar el interés.

Una vez que el lector se acostumbra a la forma de esta historia, y no tardará mucho en hacerlo, su curiosidad irá en aumento, porque Hawkins sabe dosificar bien la información a través de un personaje principal, el de Rachel, que tiene importantes lagunas mentales por el consumo de alcohol. 

Ahora bien, en general, diría que La chica del tren tiene unos personajes más bien insulsos, faltos de chispa; unos caracteres con los que no es fácil empatizar. La única a la que he podido entender es Rachel, pero su actitud resulta algo pesada, su comportamiento frustra, su victimismo desespera. No obstante, puedo comprender que se involucre en el caso, ya que se siente muy sola y necesita ser parte de algo, pues no tiene nada.

Otro de los puntos negativos que le he visto a la novela es el deficiente papel de la policía; el elenco de este tren actúa con descaro, pero las fuerzas de seguridad parecen no enterarse de nada. A esto se le suman pequeñas incongruencias. Entre ellas, un teléfono clave para la resolución de la trama que se enciende tal que así, sin necesidad de PIN alguno, por ejemplo, y una infidelidad que hace pensar una cosa y que luego es otra; estamos ante una infidelidad muy tramposa.

El atractivo argumento de La chica del tren, de Paula Hawkins, hizo que este libro fuese el elegido para la lectura conjunta organizada por el blog Caminante de Palabras y esta bitácora. Un interesante planteamiento al que se sumaba, todo hay que decirlo, una estupenda campaña de márketing. La verdad es que el libro es entretenido, pero está muy lejos de ser una novela negra diez, como dicen por ahí. Es cierto que guarda parecido con Perdida, de Gillian Flynn, y, al igual que esta, no es más que un thriller aceptable, una lectura fácil y ligera que engancha, pese a los fallos en la trama y lo predecible de su final. 

DATOS DEL LIBRO
Título: La chica del tren, de Paula Hawkins
Editorial: Planeta
Año: 2015
ISBN: 9788408141471
Número de páginas: 491

13 comentarios

  1. Le tengo ganas a este libro, pero tendré en cuenta todos los peros que le pones para bajar expectativas si decido hacerme con él.
    Un beso y gracias :)

    ResponderEliminar
  2. Yo lo acabo de terminar de leer hoy, y me alegro mucho de haberme apuntado a la lectura conjunta. A pesar de que no es tan trepidante como lo han puesto, me ha gustado mucho la historia. Quisiera soltar todo lo que pienso del libro ahora, pero prefiero esperar a escribir mi reseña ^^
    Besos

    ResponderEliminar
  3. Eso de que el final sea predecible es lo que no me termina de convencer porque ya he oído lo mismo en varias reseñas), pero bueno, todo es probar.

    Saludos^^

    ResponderEliminar
  4. Lo leí hace una semana y me ha gustado más que a ti pero también tengo que decir que esperaba aún mas en vista de la campaña que ha tenido.

    Besos.

    ResponderEliminar
  5. Lo tengo pendiente y espero leerlo pronto. A ver qué me parece a mi :)

    ResponderEliminar
  6. Lo tengo en la estantería esperando así que espero ponerme pronto con él. un beso

    ResponderEliminar
  7. He oído bastante hablar de este libro y creo que me animaré a leerlo, pero no espero que me encante simplemente que sea entretenido.
    Un beso!

    ResponderEliminar
  8. No me importaría leerlo, aunque en estos casos en los que la novela viene precedida de una super campaña de marketing, prefiero no esperar demasiado y así lo leo más contenta. Jajaja

    ResponderEliminar
  9. Hola!
    Creo que a mí me gustó más que a ti, una vez que me acostumbré a los personajes y a la forma de contar la historia, me enganchó, y a pesar de que pudiera ser un tanto predecible, para mí no perdió interés. Puede ser que con la campaña de marketing que hay alrededor del libro las expectativas sean demasiado altas.
    Un beso

    ResponderEliminar
  10. Veo que las reseñas que aparecen últimamente de esta novela no son tan positivas como las que salieron cuando se puso a la venta y ayudaron a que fuera un gran éxito de ventas. Yo de momento sigo sin decidirme...

    Un besito.

    ResponderEliminar
  11. A mí me gustó mucho. Un besote

    ResponderEliminar
  12. ¡Hola!

    Me sigue llamando mucho la atención, la verdad.

    Gracias por al reseña, ¡un beso!

    ResponderEliminar
  13. Esta es la tercera reseña que leo hoy sobre "La chica del tren", y no hace sino reforzar mis sensaciones sobre esta novela: me apetece leerla, pero creo que me esperará una decepción. De momento seguirá esperando, quizás para cuando salga en bolsillo. ¡Saludos!

    ResponderEliminar