Donde termina el arcoíris, de Cecelia Ahern

31 marzo 2015

Son mejores amigos desde los siete años. Pase lo que pase, saben que siempre pueden contar el uno con el otro. Rosie Dunne y Alex Stewart se conocen desde niños. Juntos han pasado la infancia y la adolescencia, aunque las cosas no siempre han estado a su favor. 

Si cuando eran pequeños lo que más les preocupaba era que la señorita Casey, su maestra, los separase en clase, ahora sus prioridades, con 18 años, son más serias, han cambiado. Alex se marcha a la universidad de Boston para estudiar medicina. En Irlanda deja a Rosie, quien debe abandonar la idea de ir a la universidad, su sueño es ser la directora de un importante hotel, para cuidar a su niña. Una hija no buscada, pero que pronto se convertirá en el motor que la anime a seguir luchando por cumplir lo que más desea. 

Los años pasan y la distancia es enorme, pero esta peculiar pareja de amigos seguirá en contacto a través de cartas, postales, tarjetas, correos electrónicos y mensajes de texto.

Mientras Alex se prepara para ser doctor, Rosie asume poco a poco su inesperada maternidad. Y así, siempre unidos, aunque en la distancia, se ponen al día de sus vidas: los matrimonios, las separaciones, los líos de familia, los problemas y las alegrías laborales... Todo pasa, pero parece que ellos no están dispuestos a revelar sus sentimientos, porque se quieren, pero tienen miedo de echar  a perder esa relación que tienen tan especial.

Donde termina el arcoíris ha pasado a ser uno de mis libros favoritos. Esta historia de Cecelia Ahern, para todos los públicos, no solo el juvenil, también el adulto (mi madre la ha leído y ha disfrutado muchísimo con ella) es puro amor. Qué 429 páginas más bien escritas, qué original resulta la forma en la que se cuentan los hechos: todo lo que sucede se conoce a través de los mensajes que intercambia la pareja protagonista entre sí o con sus amigos y familiares.

Y no solo eso la hace especial, los personajes son una maravilla. Destacan Alex y Rosie, pero también los secundarios son de aúpa. Si he de destacar alguno de los que permanecen en segundo plano, me quedo con Ruby, compañera de trabajo de Rosie, por esa lengua tan irónica y sincera. Todos están muy bien construidos, evolucionan, unos más y otros menos, pero se ven en ellos cambios que los enriquecen, que hacen que sean redondos. 

Los diálogos son brillantes, frescos y naturales, a ratos divertidos y a ratos tristes.

Donde termina el arcoíris es una historia sencillísima que recoge cuarenta años en la vida de dos amigos íntimos; cerca de medio siglo, muy bien resumido, que pasa volando y en el que predomina el optimismo. Es un libro entretenido, muy realista, que deja buenísimas sensaciones, que hará que rías y que te emociones: te aseguro que querrás formar parte de las vidas de estos personajes que no parecen de papel