Brújulas que buscan sonrisas perdidas

08 agosto 2013

E. regresa a su pueblo para cuidar a su padre. Siente que no le debe nada, nunca ha sido bueno con él o con sus hermanos, pero que ha de hacerlo. Su padre, un famoso director de cine afectado de cáncer y también de alzheimer, lo confunde con uno de sus ayudantes, malditas enfermedades, y solicita su colaboración en un proyecto, un largometraje que únicamente existe en su cabeza. Pero el protagonista, lejos de rechazar el papel, acepta, sin saber que esa cinta que nunca se llegará a grabar le traerá la paz que tanto ansía.

Y es precisamente como una película que el protagonista rebobina hacia detrás y delante cómo el lector verá su vida, desde la pérdida de su mujer en un accidente, hasta llegar a su adolescencia, ese momento en el que la relación de padre e hijo se rompió definitivamente, justo cuando más lo necesitaba, cuando su madre falleció. 

Brújulas que buscan sonrisas perdidas está bien escrito. El lenguaje es sencillo, aunque hay metáforas, algunas preciosas, página sí y otra también. Por otro lado, es curioso el uso de los puntos suspensivos, que abundan aquí y allí, en cada párrafo, casi en cada frase. El objetivo de estos es, para mí, poner el acento de la historia en la reflexión que el personaje principal hace sobre su propia vida, sobre su pasado, presente y futuro, una reflexión a la que sin duda, el autor, Albert Espinosa, parece también invitar al lector. Ahora bien, aunque a mí en concreto no me han disgustado los puntos suspensivos, sí es cierto que su uso no es del todo correcto, es decir, el escritor se salta las reglas a la torera.

Los títulos de los capítulos, un total de diecinueve, me han llamado mucho la atención. ¡Hay algunos que darían para otras novelas! Puños cerrados llenos de sonrisas abiertas, Tics que movemos para que jamás nos controlen y Vida que te retornan son sólo algunos ejemplos. 

La edición es muy cuidada. Aunque la encuadernación es en rústica, incluye anchas solapas, además de hojas de cortesía en un color azul intenso de un grosor mayor que el del resto de páginas.

En definitiva, Brújulas que buscan sonrisas perdidas es un drama, pero en el que hay esperanza, mucha, porque en él se habla sobre pérdidas, pero también de reencuentros. Es toda una inyección de optimismo que emociona, que te deja un buen sabor de boca y una sonrisa que dura varios días. 

15 comentarios

  1. Tengo muchas ganas de leerme algo de este autor cuando vi este libro y después cuando además vi la serie de Pulseras rojas... ¡Pues tengo que leer algo suyo! Siempre me han parecido muy curiosos los títulos de sus libros e imaginaba que en los capítulos sería igual, he acertado ;)

    Besos ^^

    ResponderEliminar
  2. Es un drama, un grandísimo drama, pero optimista que se lee muy fácilmente.
    Está lleno de muy buenas frases. A mi em ha gustado.
    Saludos.

    ResponderEliminar
  3. Me llama la novela pero aún no he leído nada del autor y tengo pendiente en casa una novela suya jeje
    Pero si me gusta me haré con esta también.
    Un beso!

    ResponderEliminar
  4. Yo de Albert Espinosa me leí Todo lo que podríamos haber sido tu y yo si no hubieramos sido tu y yo y no me gustó porque pensaba que me iba a encontrar otra trama y además que este autor tiene una forma muy peculiar de escribir y no estaba acostumbrada, ahora sabiendo lo que me puedo encontrar tengo ganas de leer otro de él, a ver si me gusta ^^

    Besos!

    ResponderEliminar
  5. No había leído nada de Espinosa hasta este libro y debo decir que no me gusta. Tiene ese tufillo a autoayuda que hace que no me guste, aunque reconozco que la historia tiene momentos muy buenos y emotivos y que está bien escrito. Estoy contigo, para mí, lo mejor de este libro son los títulos de los capítulos. Fabulosos.

    Besos

    ResponderEliminar
  6. Tengo ganas de probar con Albert Espinosa, esta libro puede ser una buena forma de iniciarme en su escritura.
    Besos.

    ResponderEliminar
  7. Leí hace bastante el libro, y me encantó.
    Gracias por la reseña.

    Besos.

    ResponderEliminar
  8. No he leído nada de Espinosa pero me gustaría leer este libro, aunque quizás empiece por "El mundo amarillo" que lo tengo en casa. Es curioso esto de los puntos suspensivos, todo el mundo habla de ellos y de que hay muchísimos.
    Besos

    ResponderEliminar
  9. Este lo leeré tarde o temprano, que me gusta la forma de escribir del autor. Aunque muchas expectativas no le tengo puestas, que he visto reseñas de todo tipo. Me alegro de que tú hayas disfrutado con su lectura.
    Besotes!!!

    ResponderEliminar
  10. Me reconcilié con el autor con este libro. Había leído Todo lo que podríamos haber sido... y no me convenció del todo, pero éste sí lo hizo. Me gustó la historia y me emocionó.
    Lo de los puntos suspensivos ya es marca de la casa de este autor, tal vez por eso no me molestó tanto, pero sí reconozco que se le va un poco la mano con ellos.

    Un beso!!

    ResponderEliminar
  11. Es el libro del autor que más me ha gustado ;D

    ResponderEliminar
  12. No es el que más me ha gustado del autor. Creo que se repite un poco y ya no me causa tanto efecto como el primero que leí suyo.

    ResponderEliminar
  13. A mi me gustó mucho, incluso mas que Si tu me dices ven..., es un drama muy intimo, muy personal pero por esa misma razón es una historia que puede suceder a cualquiera y eso hace que uno pueda sentirse compenetrado con la novela.

    Un abrazo

    ResponderEliminar
  14. De Albert Espinosa solamente leí en su día Si tu me dices ven lo dejo todo... pero dime ven, y me dejó un poco a medias, un sí pero no. Desde entonces no he vuelto a leer nada más. Con éste me lo estoy pensando porque, aunque estoy leyendo reseñas muy positivas sobre él, me da la sensación de que me va a pasar lo mismo que con el anterior.
    Saludos.

    ResponderEliminar
  15. Lo he leído y me ha gustado, pero esos puntos suspensivos...¡No vienen a cuento de nada! Por favor, que se corte un poco con ellos en la próxima novela
    Saludos..

    ResponderEliminar