Lo pasado, ¿pasado está?

31 enero 2012

El final ya está cerca y las últimas novelas que componen la serie negra prometen no defraudar. Qué ganas le tenía a esta quinta entrega. Reencontrarse con esta pareja de detectives suecos ha sido, como siempre aunque más que nunca, todo un placer. Martes para Las huellas imborrables de Camilla Läckberg.

En el desenlace del cuarto libro, Erica encuentra un baúl con cosas que su madre ya fallecida, Elsy, había guardado. Entre ellas hay una camisita de bebé y una medalla nazi. La joven, aunque tiene miedo de conocer qué se esconde tras estos objetos, decide finalmente seguir hacia delante con su particular investigación.

Así, le entrega a Erik, profesor especializado en la II Guerra Mundial, la medalla con el objetivo de conocer todo lo posible sobre ella. Sin embargo, el historiador poco averiguará ya que aparece asesinado días más tarde en su casa.

Pronto comenzarán a aparecer otros personajes vinculados a Erik, como su hermano Axel, que vivió muy de cerca los horrores del nazismo, y Frans, partidario de la ideología hitleriana.

Pero el de Erik no será el único crimen que tendrá lugar en Fjälbacka. También aparece muerta una mujer, Britta. Esto no sucederá hasta la mitad del libro y aunque es algo que esperas, en las novelas negras siempre estás alerta, en este caso la sinopsis de la contraportada ya se encarga de desvelar más de la cuenta. A pesar de ello, a pesar de saber quién va a ser el siguiente en caer, la trama no pierde calidad.

Este nuevo crimen confirma pues, lo obvio: todos estos personajes tienen un pasado en común que nadie, cueste lo que cueste, está dispuesto a contar y la madre de Erica juega un papel fundamental en ello.

Peco de poca memoria así que recordar el hecho en sí tras meses después de haber acabado el libro no es normal. Quizá por ser el caso más personal de todos ellos, son cinco libros y es como si conociera a Erica y a Patrik de toda la vida, es el que más me ha afectado.

Ya os lo adelantaba al comienzo de estas líneas. Es el que más he disfrutado/sufrido de la serie. Todos me han gustado pero este es especial. Desde el comienzo, desde La princesa de hielo, el lector quiere saber las razones que llevan a la madre de la protagonista a tratar a sus hijas con tanta frialdad. Ya era hora de conocer la respuesta.

También me ha gustado porque Erica recupera el peso perdido, recobra protagonismo y lo hace con fuerza. Los demás siguen como siempre. Por destacar, merece especial mención Mellberg que continua tan repelente como acostumbra aunque, ya se sabe que tiene un buen corazón (¡las cosas que hace este hombre por amor!).  Por otro lado, damos la bienvenida en este libro a Paula, una nueva policía y estrechamos la mano literaria a Karin, la ex mujer de Patrik a la que conocíamos de oído pero no en "persona", si no recuerdo mal.

La novela mezcla pasado y presente y alterna unos y otros personajes algo habitual en las obras de Läckberg. La prosa es sencilla y la trama no podría estar mejor construida. Si a estas alturas no os he convencido para ir a por la serie, mal vamos, porque os aseguro que merece la pena.

Läckberg no es Christie, no nos engañemos, no logra la misma sorpresa ni tiene esa capacidad para hacer que no sepas qué ocurrió hasta la última página, con ella es más fácil saber quién es el "malo" pero te mantiene, casi como la escritora inglesa, como una lapa pegada al libro a la espera de conocer ese, por lo general, asombroso final.

Agradecimientos Maeva

No es oro...

10 enero 2012

Hubiese pasado de largo de ella si no llega a ser por mi madre. Vuelve la actividad al blog con una novela que aunque no me ha desagradado, esperaba más de ella. Primer post del nuevo año para Agua del limonero de Mamen Sánchez.

Cuando Clara Cobián recibe el encargo de escribir la biografía de Greta Bouvier, señora de la alta sociedad, no duda ni un segundo pese a que la persona gracias a la cual va a conseguir escribir aquello que más anhelaba es Gabriel Hinestrosa, su antiguo profesor de universidad y también amor al que todavía no ha podido olvidar.

Su deseo de conocer a Bouvier es casi tan fuerte como la atracción que siente hacia éste pero la fascinación que le despierta la vida de la primera es mayor. Así, viaja a Nueva York para entrevistarse con la aristócrata quien no le pondrá el asunto fácil.

Greta parece no estar dispuesta a que Clara conozca de su vida más allá de lo que todo el mundo sabe, es decir, que llegó en un barco a Acapulco en la década de los cincuenta y se casó, al poco de arribar, con Thomas Bouvier un rico empresario a quien debe, en parte, su inmensa fortuna pues la dejó viuda muy pronto.

Clara sin embargo, no se rendirá y tratará de desgranar la vida de la aristócrata hablando con unos y otros. Una de las personas que más le ayudará a armar el rompecabezas será Rosa Fe asistente de Cobián y uno de los personajes que más me ha gustado.

Agua del limonero es una novela donde poco es lo que parece. Hay pasión y traición, también misterio pero, a pesar de todo ello, no fue hacia la mitad cuando sentí interés por la historia, es a partir de ahí cuando esos ingredientes se hacen notar porque hasta ese momento, la verdad, es que ni chicha ni limonada, ni fu ni fa.

Me ha gustado la combinación de pasado y presente así como, la mezcla de diferentes escenarios. He disfrutado con las descripciones de la lujosa vida de Bouvier a la que he terminado viendo con unos ojos bien distintos a los del principio de la novela aunque, no ha sido la única que me ha sorprendido pues hay otros personajes que también darán que hablar.

Sin embargo, me ha dejado una extraña sensación. Creo que si hubiese tenido una mejor primera parte la hubiese disfrutado más. Tardé en leerlo varias semanas en parte porque no tenía tiempo y por otro lado porque, sinceramente, esas primeras cien páginas no me invitaban a seguir leyendo con ganas.

Creo que si esa primera mitad hubiese tenido más fuerza, el resultado habría sido bien distinto pasando de regular a bueno. No obstante, repetiré con la autora porque su prosa no me ha disgustado, aunque me llevó mi tiempo acostumbrarme pues es un poco recargada. Sirvan los diálogos entre Clara y Gabriel como ejemplo de ello.

Lo dicho, probaré de nuevo sus letras y lo haré, probablemente, con su última obra que lleva por nombre Juego de damas. ¿Me recomendáis alguna otra de ella? Un abrazo, espero que hayáis entrado con buen pie en este nuevo año. ¡Hasta la próxima!

Agradecimientos a Planeta