Nos encontramos en Praga en una taberna en pleno siglo XVII. La cerveza recorre las gargantas de los presentes. Fuera hace una noche de perros. Un hombre ya anciano animado por el alcohol que ya se asienta en su cuerpo comienza a hablar. Los demás, lo escuchan. Unos, porque verdaderamente muestran interés por lo que quiere contar; otros, porque la cerveza les robó la fuerza para negarse; y los pocos que quedan porque la noche hoy no parece ofrecerles mejor cobijo que sus palabras.
El hombre que alza la voz para hacerse oir no cesa de repetirle al tabernero que le rellene la jarra, al tiempo que se señala su maltrecho cuerpo. Una de sus piernas está amputada a la altura de la ingle al parecer, y según cuenta, tuvo un accidente en la mina en la que trabajaba pero esto, no es lo más curioso.
La piel de su extremidad amputada fue usada para un libro muy especial. Así fue como conoció a Puppa, de profesión encuadernador, y de este modo es como nuestro charlatán particular cede el relevo de protagonista a éste y adopta el de narrador.
La piel y la princesa de Sebastià Alzamora cuenta la historia de Puppa, un hombre que sin proponérselo entra a formar parte de la corte del rey Federico y de la reina Juana en una época convulsa marcada por la Guerra de los Treinta Años. Al salvar la vida al duque Antonio, persona de confianza de los monarcas, y a María, la primogénita de éstos, Puppa pasa a ocupar un puesto en la Guardia Real. Será instruído por el duque quien pese a deberle la vida no tiene reparos en mostarle su odio. Pero Puppa no sólo ocupará este cargo, también será Amante de la Futura Reina, es decir, será el juguete sexual, dicho así, de la reina Juana. Aún hay más devoradores, y es que a quien ama el encuadernador es a María, la hija de los reyes, un amor imposible.
La piel y la princesa obtuvo en el año 2005 el premio Josep Pla de literatura catalana sin embargo, es la tercera vez que abro sus páginas e intento acabarlo. Ahora y por fin, se puede decir que lo terminé. Pese a que la trama contiene buenos ingredientes como son el amor, la violencia, el sexo, la ficción, los celos y la pasión, el modo de narrar los hechos no me convence. A páginas se emplea un lenguaje muy duro. Esto en parte lo entiendo porque ciertas escenas son así, es decir, lo que es blanco es blanco y lo que es negro es negro y no se le puede llamar de otra forma. Sin embargo, esto no es lo único y es que hay partes de sexo explícito que la verdad resultan reiterativas. Simplemente y bajo mi humilde opinión, sobran.
Él refrán en mi caso se cumplió. Igual vosotros la habéis leído y os ha parecido una maravilla pero como véis a servidora no le ha dejado muy buen sabor de boca. Dejando a un lado esta novela y como de frases populares va la cosa, pido disculpas por el retraso en la actualización, en este caso "Más vale tarde que nunca".
¡A pasarlo bonito devoradores! ¡Un saludo! :D
POSDATA
-El domingo pasado descubrí el programa Pág. 2. Es un espacio de literatura que podemos encontrar cada domingo a eso de las ocho y media en La2. En el último, el presentador y director del programa entrevistó a John Boyne, el autor de El niño con el pijama de rayas, con motivo del lanzamiento de su tercera novela La casa del propósito especial ambientada en San Petersburgo y en la que nos habla del fin de la familia Romanov. Una más para la lista. Os recomiendo que visitéis la web del programa y os invito a verlo una de estas "tardes de domingo raras", como dice una canción. De todas formas, y para los que no podáis o no viváis en España, los contenidos están disponibles en la red. Así que...¡no hay excusa que valga! :P