"¿Doscientas dieciséis qué?" Os estaréis preguntando. Es el número de páginas que llevo de la novela La hora de las brujas I de Anne Rice. Ahora le llega el turno al siguiente interrogante, o mejor debería decir exclamación "¡¿Todavía no lo has terminado?!" Pues no.
Los que visitáis este blog con asiduidad sabéis que llevo ya bastante tiempo devorándolo, véase el margen derecho de El Devorador de Libros. Sin embargo, lo cierto es que lleva aún más tiempo en la despensa que en mi tripa. Y es que no me entra hambre cada vez que lo abro por esa página la doscientas dieciséis. Si bien es verdad que entre los motivos que me quitan el apetito se halla que estos pasados días cayó en mis manos la trilogía Millennium de Stieg Larsson. Voy ya por la última entrega. Sobran las palabras.
Adquirí la obra en cuestión por menos de lo que normalmente vale en las librerías. ¿Cómo? Sencillamente aproveché una coleción que lanzó Planeta De Agostini hace pocos meses. Tenía ganas, muchas ganas, de leer algo de ella. Bueno, miento tenía muchas ganas de devorar no algo, en concreto Entrevista con el vampiro y, que conste, sigo queriéndolo leer. Lo que pasó fue que la colección no comenzó con la novela que yo deseaba así, que opté por comprar la primera entrega e ir haciendo la boca agua. De este modo, sabría que sabor tenían sus historias. Existen tres libros, es decir, La hora de las brujas es una trilogía. Todas versan sobre la familia Mayfair. La brujería y los poderes sobrenaturales son dos de sus ingredientes base.
En la primera de la saga son dos los protagonistas. Por un lado tenemos a Michael Curry un hombre que tras una experiencia cercana a la muerte desarrolla un inquietante don. Por el otro, nos encontramos a la persona que lo salva de cruzar al otro mundo. Se trata de la doctora Mayfair descendiente de una de las familias más conocidas y con más años de historia de Nueva Orleans, un lugar con el que Curry sueña a menudo. Ambos parecen estar unidos poe un oscuro y mágico nexo. A ellos se les une un tercer personaje un inglés que conoce los secretos del uno y de la otra.
Hasta ahí el argumento promete ser un delicioso libro pero, no me convence. Me resulta a ratos pesado y a páginas entretenido. El problema reside en que los primeros son más abundantes que los segundos. No me gusta dejar algo que ya he comenzado. Intentaré picar entre horas para ver si finalmente logro terminar la novela, poquito a poco, página a página. Incluso si me acaba gustando, cosa que a estas alturas dudo, quien sabe si acabo rebañando hasta la última palabra.
¡Saludos marineros! ;)